Los labios gruesos y carnosos son vistos normalmente como un rasgo juvenil y sensual. Y para algunas personas, los labios gruesos parecen marchitarse con el tiempo. Muchos nacen con labios delgados y, como consecuencia de ello, están descontentos con su sonrisa. Nuestros labios son vulnerables a los efectos del envejecimiento, al igual que el resto de la piel de la cara y el cuerpo. Con el tiempo, la parte de color rosa del labio superior puede desaparecer, y la distancia entre la nariz y el borde de labio puede sufrir cambios por ciertos detalles. Por otra parte, diferentes sustancias presentes en los alimentos, además de la saliva y las toxinas ambientales, son elementos que contribuyen a que los labios tiendan a palidecer con el tiempo.